martes, 23 de septiembre de 2014

Aprender a estudiar

Nos ha jodido! Esta asignatura duraba dos cuatrimestres, me salía por unas 130.000 ptas, y todo esto para aprender que el mundo se mueve por sexo o por dinero! El tío pensaría que acababa de descubrir la polvora después de tan profundo asierto. Aquí decidí que esta clase era prescindible porque se aprende más en un telediario que escuchando esas gilipolleces.

Y así con la mayoría... pero estudiar de adulta tiene la ventaja que todo el mundo te deja a tu aire, y no te dan la lata, y al menos te tratan como a una persona normal y no como si estuvieras en un parvulario como ví que trataban a la mayoría de mis compañeros más jóvenes.

Las desventajas es que una ya no tiene el hígado para beber frenéticamente en esas alocadas fiestas estudiantiles de los jueves y que hacer un "sinpa" (sin-pagar nos vamos) me da mucha vergüenza...
Esta vez la inspiración la encontre en el blog de Aprender a estudiar y en su imperdible artículo "Ponerse como las grecas"


Hace tiempo que cuando alguien me impone por la razón que sea, me lo imagino follando y resoplando justo en el momento cumbre, es una genial manera de ver que todos somos mortales y que nadie es más que nadie aunque le acaben de dar el "Príncipe de Asturias" (otros se lo imaginarán en el lavabo ocupado en ciertas tareas innobles, pero a mi el sexo me gusta y con lo escatológico no puedo...)

En la vida social de los hospitales hay varias Enlace:
- los médicos, son la élite
- los satélites de los médicos (acostumbran a ser enfermeras, auxiliares y demás que revolotean alrededor de la élite, follan y salen con médicos con o sin compromiso previo)
- los contestarios, estos pasan de la élite, y critican y envidian a partes iguales a los satélites.
- la plebe, estos simplemente no existen para la élite ni para el resto

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